martes, 26 de noviembre de 2013

Don y Misterio

El estudio, para ser auténticamente formativo, tiene necesidad de estar acompañado siempre por la oración, la meditación, la súplica de los dones del Espíritu Santo: la sabiduría, la inteligencia, el consejo, la fortaleza, la ciencia, la piedad y el temor de Dios. Santo Tomás de Aquino explica como, con los dones del Espíritu Santo, todo el organismo espiritual del hombre se hace sensible a la luz de Dios, a la luz del conocimiento y también a la inspiración del amor. La súplica de los dones del Espíritu Santo me ha acompañado desde mi juventud y a ella sigo siendo fiel hasta ahora... Juan Pablo II - Don y Misterio - Ver texto completo en la siguiente Página del Vaticano: http://www.vatican.va/archive/books/gift_mystery/documents/archive_gift-mystery_book_1996_sp.html